¿Tendrías que hacerte un chequeo? ¿Cuándo realizarlo? Es una recomendación que suelen hacernos a menudo y que pocas veces cumplimos. Y ¿con qué edad deberían ser frecuentes los reconocimientos médicos? Los profesionales de la sanidad y la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan hacerse un chequeo a partir de los 45 años, aunque esta edad cambia dependiendo de si hay antecedentes por enfermedades.
Nadie duda de los beneficios de la medicina preventiva en la que los chequeos generales juegan un papel importante. Pero,¿con qué periodicidad hay que someterse a esos chequeos?¿Y hasta qué punto son determinantes para librarse de padecer ciertos problemas de salud?
Ante todo, hay que tener claro que no es lo mismo un chequeo básico y preventivo que otro más complejo y que incluya pruebas específicas.
¿A que llamamos chequeo general?
Un chequeo general: “Incluye, además de la exploración clínica básica y de la historia clínica, un análisis básico y un electrocardiograma.
El director médico de la Clínico Premium Marbella, Gonzalo Sanz, explica que los hombres, a partir de los 45 deben controlar tres aspectos: cardiología (corazón y pulmón), digestivo (cáncer de colon) y urología (cáncer de próstata, vejiga y riñón). En las mujeres se cambia la urología por la ginecología(cáncer de mama, útero, cérvix). Si hay un antecedente familiar positivo, y sin duda si hay dos de primer grado, habría que adelantar el chequeo a los 40 años.
¡Atentos! a todos estos Tips para prevenir enfermedades
Que es un chequeo médico; ¿que nos indica?
El chequeo médico, también conocido como control de salud o examen periódico de salud, se trata de una entrevista médica en donde mediante el análisis de la historia personal y familiar, la valoración del estilo de vida y el examen físico se determina la necesidad de realizar recomendaciones para afianzar o modificar conductas a fin de mantener el estado de salud que presenta la persona. Es importante realizarse también estos chequeos médicos si tenemos antecedentes familiares de enfermedades crónicas o cualquier tipo de enfermedad hereditaria genética, además si sufrimos algún tipo de factor de riesgo laboral como pueden ser los trabajo con producto tóxico
Resumen:Los chequeos y exámenes médicos pueden detectar problemas antes de que ocurran. También pueden encontrar problemas a tiempo, cuando las posibilidades de cura son mayores.
¿Qué exploraciones de importancia tiene el chequeo médico? ¿Qué análisis se realizarán?
Se realizan las siguientes exploraciones y pruebas en el reconocimiento médico:
- Anamnesis: historial clínico del paciente
- Medidas antropométricas del cliente: peso, Talla e índice de masa corporal
- Exploraciones: Cardiocirculatoria, Otorrinolaringología, Pulmonar, Abdominal, Neurológica, Dermatológica, Aparato locomotor.
Además se realizará un análisis de sangre y una analítica de orina, que se deben realizar a primera hora de la mañana en ayuna
Los análisis deben revisar, al menos, las cifras de glucosa, colesterol, creatinina (para evaluar la función renal), las defensas (leucocitos o glóbulos blancos) y descartar una posible anemia (cifras de hemoglobina). Dependiendo del resultado de la anamnesis y la exploración inicial, pueden estar indicadas otra serie de pruebas complementarias en cada caso concreto. La frecuencia aconsejable del chequeo médico debe ser anual o bianual, de esta forma podremos saber cómo nos encontramos de salud, ya que en muchas ocasiones, lo descuidamos por motivos familiares o laborales.
Resumen:La única forma de prevenir en materia de salud es anticiparse prevenir cualquier tipo de enfermedad.
Según los expertos así deberían ser los chequeos por décadas
Adolescencia y veintena;
Buena alimentación, ejercicio físico, alegría, descanso adecuado y nada de estrés son los pilares para mantener un cuerpo sano. Además para chequear que el organismo está en el equilibrio deseado. Tanto en hombres como mujeres, se recomienda incluir la determinación de los niveles de colesterol en sangre en cualquier analítica solicitada por el paciente, con una periodicidad mínima de 4 años a partir de los 18”.
También es importante, en el caso de que se trate de personas sexualmente activas, realizar la prueba del VIH (siempre que haya dudas o el paciente lo pida) y actualizar las vacunas.
Se recomienda preguntar sobre el consumo de tabaco y aconsejarles sobre el abandono del hábito. La periodicidad mínima de esta detección del tabaquismo es de cada dos años. Asimismo, es importante tomar la tensión arterial”. En las mujeres, a partir de los 25 años, se recomienda la citología cervical cada 3 años.
Entre los 20 – 30 años
Sangre
Para detectar anemia, infecciones, glucosa, leucemia u otro tipo de cáncer.
Colesterol
Suele estar incluido en el examen de sangre. Por lo menos hay que hacerse uno a partir de los20 años. El colesterol es óptimo si mide de 200mg/dL para abajo, pero si está en 240mg/dL o más, tu médico probablemente indicará que debes hacer un cambio de hábitos. También se hace al menos una vez durante el embarazo.
Presión arterial
Se recomienda medirla cada dos años si ronda los 120/80 mm/Hg. Si está entre 120/80 y 130/89mm/Hg, habrá que hacerse el examen cada año; pero si es superior, el especialista te indicará métodos para bajarla. A las embarazadas se les toma la presión en cada visita al obstetra.
Peso
Este es una evaluación de rutina. Tanto el exceso de kilos como la deficiencia traen problemas de salud. Si estás esperando un hijo, el obstetra te pesará cada vez que lo visites.
Orina
Se suele solicitar cada dos años urea y creatinina para detectar infecciones urinarias, controlar la diabetes y ver cómo funcionan los riñones. Te lo harán hacer al menos una vez durante el embarazo.
Papanicolau y colposcopia
Se detectan algunas infecciones vaginales; la colposcopia observa el estado del tejido del cuello uterino. Todas debemos hacernos este estudio a partir de iniciadas las relaciones sexuales una vez al año y de por vida.
Lunares
Pedirle al dermatólogo que los mire. Si hay alguno con colores diferentes o de forma extraña te indicará un estudio más exhaustivo
Dentista
Una revisión anual nos ayuda a prevenir caries y problemas de encías que se pueden solucionar visitando al especialista.
Vacunas
No debemos olvidar que no es solo cosa de niños. A estas edades se deben recibir las vacunas del tétanos, hepatitis, tosferina y difteria.
Entre los 30 y los 45 años
En esta etapa las mujeres tenemos grandes cambios hormonales; pasamos de la fertilidad a la menopausia, un cambio que sucede en algún momento entre los 40 y los 50 años. Los exámenes clínicos ahora se suelen hacer anualmente. A los estudios anteriores hay que agregar:
Mamografía
A partir de los 40 años, todos los años para detectar si hay tumores. No te olvides de pedir la tapa tiroides que te cubre el cuello al hacerse la radiografía, ya que existe la posibilidad de que los rayos inciten a desarrollar cáncer.
Ecografía mamaria
Suele indicarse a partir de los 45 años, pero queda a criterio del ginecólogo.
Ecografía transvaginal
Con este examen se estudia el útero, los ovarios y las trompas de Falopio con detalle y se observa si hay quistes o tumores. Se lo solicita a las embarazadas y en forma anual a quienes tengan más de 50 años.
Examen colorrectal
A partir de los 50 años hay que hacerse pruebas para descartar o detectar cáncer de colon y de recto. El especialista indicará hacerse una vez al año el examen de sangre oculta en heces y una sigmoidoscopía cada 5 años para observar la parte inferior del colon.
Chequeo para el cáncer de próstata:
Es recomendable que visites a tu doctor, para que él te indique cuál es el examen que deberías realizarte para detectar a tiempo problemas en la próstata. Existen dos tipos de exámenes más comunes: palpar la próstata a través de la pared del recto o realizarse un test específico llamado antígeno prostático específico.
Diabetes A1c
Es habitual que se solicite cada año a partir de los 45. Este examen informa la cantidad que hubo de glucosa en sangre entre las 8 y las 12 semanas anteriores al estudio. Muy recientemente la ADA (American Association of Diabetes) ha considerado para el diagnóstico de la prediabetes la medición de la hemoglobina glicosilada A1C con rango entre 5,7% -6,4% y para la diabetes con valores superiores a 6,5 %. La utilidad de la misma deberá ser valorada con estudios. La diabetes tipo 2 se diagnostica normalmente en la edad media de vida, por ello en esta franja de edad conviene prevenir los factores de riesgo, como obesidad, sedentarismo o dieta deficiente.
Tiroides
El primer examen lo hace el médico palpando el cuello para detectar si la glándula tiroides tiene un tamaño normal o verificar si hay nódulos. Algunos prescriben un análisis de laboratorio. En cualquier caso, hay que revisarla en algún momento a partir de los 60 años.
Densitometría ósea
Sirve para medir la densidad de calcio de los huesos; detecta la posible presencia de osteoporosis y de riesgo de fracturas óseas. ¿Cuándo hacérselo? Varios médicos lo recomiendan a partir de los 50 ya que a muchas mujeres los cambios hormonales de la menopausia les juegan malas pasadas con sus huesos; otros lo indican a partir de los 65 años. Tu doctor determinará cuál es el mejor momento para realizarlo de acuerdo a tu historia clínica.
Salud cardiovascular
Los controles de colesterol o hipertensión se vuelven más exhaustivos en esta franja de edad, ya que el riesgo es mayor a partir de los 40 años en hombres, y 45 en mujeres. Control más exhaustivo del colesterol, especialmente si se padece obesidad, hipertensión, diabetes o se tienen antecedentes familiares de enfermedad coronaria o hipercolesterolemia.
Radiografía de tórax
Cada dos años las no fumadoras y en forma anual las fumadoras.
A los 50-60
Todos los estudios anteriores. Lo óptimo es hacerse los clínicos cada seis meses, que serán más detallados y personalizados.
Es el caso del cáncer de colon, por lo que se recomienda la determinación de sangre oculta en heces cada dos años, entre los 50 y los 70. También es importante la detección de factores de riesgo cardiovascular con toma de tensión arterial (de hecho, la hipertensión es uno de los problemas que con más frecuencia se detectan en estos chequeos); peso, cada dos años; detección de colesterol y glucemia en sangre, cada cinco años, y evaluación de hábitos tóxicos (alcohol, tabaco y otras drogas), cada dos años.
Control gastrointestinal
Se solicitarán gastroscopias y colonoscopías cada 5 años
Cáncer
Es uno de los grandes enemigos de esta franja de edad. En los hombres se recomienda una revisión urológica anual, mientras que las mujeres deberían realizarse una mamografía cada dos años a partir de esta edad.
Huesos
Una densitometría nos ayudará a conocer el estado de nuestros huesos, ya que el riesgo de rotura crece con la edad.
Boca
La cincuentena lleva asociada la debilitación del sistema inmunitario y la boca es uno de los puntos más susceptibles, por ello crecen los problemas bucodentales en este momento.
Problemas de audición y visión
Las revisiones con nuestro oftalmólogo y otorrino-laringólogo deben realizarse cada año para detectar cualquier problema de audición o en la visión.
Vacuna de la gripe
Entramos en el grupo de riesgo de esta enfermedad común y los expertos nos recomiendan vacunarnos cada invierno para evitar complicaciones.
De 65 a más.
Necesitamos añadir pruebas para indagar sobre ataques isquémicos transitorios (conocidos como mini derrames cerebrales). Con respecto al examen físico, hay que agregar agudeza visual, audició, tonometría, auscultación de soplos carotideos y palpación de nódulos tiroideos.
Resumen:Los chequeos preventivos son actividades que se realizan usualmente en personas que se encuentran asintomáticas pero que tienen algún riesgo o un estadio inicial de enfermedad, cuya frecuencia varía por características como la edad; los antecedentes familiares, la situación socioeconómicos y otros.
El dilema de los chequeos
Muchas de las enfermedades cursan asintomáticas por mucho tiempo, es decir, la persona no se siente mal y, por lo tanto, no siente necesidad de acudir al médico. No es fácil enfrentarse al miedo que puede provocar en algunos una visita al médico; ya que puede implicar el descubrir una enfermedad, que sin ser necesariamente grave generará la necesidad de una respuesta y de movilizar recursos personales o familiares