Antes de iniciar un programa para bajar de peso es necesario estar informado y seguir las recomendaciones de los especialistas. Hay que tener claro qué tratamiento nutricional se debe elegir para obtener los máximos resultados a nivel de eficacia y durabilidad.
Es posible que desee perder peso por razones personales. O puede que necesite bajar de peso para mejorar su salud. Esto puede reducir su riesgo de contraer ciertas afecciones como enfermedades del corazón y diabetes tipo 2. Puede bajar la presión arterial y el nivel de colesterol total. También puede aliviar y prevenir los síntomas y las lesiones relacionadas con el sobrepeso. (1)
De cualquier manera, hay varios factores que pueden afectar sus esfuerzos para perder peso. Estos incluyen cambios en su dieta, ejercicio y estilo de vida. Hay herramientas y consejos que pueden mantenerlo en el buen camino.
El exceso de peso ya no es un problema estético sino una cuestión de salud. Tomar consciencia de esta situación y de sus posibles consecuencias es el primer paso para empezar a perder peso. (2)
El objetivo de una dieta ideal no se basa simplemente en bajar kilos lo que verdaderamente importa es mantener el peso que hemos logrado alcanzar con la dieta adecuada y balanceada. En el artículo de hoy vas a encontrar todo lo relacionado a; ¿Que debo saber antes de empezar una dieta?
¿Qué exactamente una dieta?
Una dieta es el conjunto de las sustancias alimenticias que componen el comportamiento nutricional de los seres vivos. El concepto proviene del griego díaita, que significa “modo de vida”. La dieta, por lo tanto, resulta un hábito y constituye una forma de vivir. En ocasiones, el término suele ser utilizado para referirse a los regímenes especiales para bajar de peso o para combatir ciertas enfermedades aunque estos casos representan modificaciones de la dieta y no la dieta en sí misma. (3)
Por otra parte, se considera que una dieta beneficiosa para la salud del ser humano es decir, una dieta balanceada y equilibrada, debe contener la cantidad suficiente de calorías y nutrientes esenciales para el correcto crecimiento y desarrollo del organismo en cada una de las etapas de la vida.
Una alimentación saludable debe aportar, por tanto, carbohidratos, proteínas y grasas (además de vitaminas y minerales) en las proporciones adecuadas para disminuir el riesgo de padecer enfermedades crónicas. (4)
ResumenLa base de una dieta correcta es comer de todo en su justa medida y de la manera más saludable posible.
Los tipos de dieta que existen; ¿Cuáles?
- Dietas hipocalóricas: Las más populares y comunes son las dietas hipocalóricas, aquellas que tienen como objetivo bajar de peso a través de una alimentación con pocas calorías (menos de 1500 kcal). Se trata de darle al organismo una cantidad menor de energía (calorías) de las que él consume a lo largo del día.
De esta forma, se crea una restricción calórica y al cuerpo no le queda otro remedio que recurrir a la grasa acumulada para sustentarse. Este tipo de dieta no excluye ningún alimento, aunque sí limita y reduce su consumo. Además, amplía la ingesta de vegetales y frutas. (5)
- Dietas hipercalóricas: Son menos comunes las mujeres que quieren subir de peso, pero también puede ser un objetivo a lograr a través de una dieta rica en hidratos y grasas. La persona debe consumir los alimentos adecuados y no piense que comer grasas y azúcar es sinónimo de engordar (con esto lo único que se consigue es empeorar considerablemente el estado de salud).
La dieta hipercalórico debe ser rica en nutrientes y contener elevados niveles de calorías como los que se encuentran presentes en el aceite de oliva, en los frutos secos y en determinadas carnes y pescados. (6)
Además, al contrario de lo que se suele pensar, esta dieta debe combinarse con actividad física. Preferiblemente se debe optar por ejercicios de musculación y evitar todos aquellos que activen el metabolismo y quemen grasas (running, spinnin). (7)
- Dieta basal o equilibrada: Son aquellas que no tienen como objetivo modificar nuestro peso sino mantenerlo de forma saludable y equilibrada. A esta dieta pertenece por ejemplo, la popular dieta mediterránea.
Se conoce como dieta mediterránea por tener su origen en los hábitos nutricionales del sur de Europa. Se trata de una dieta que promueve el consumo variado de alimentos dando prioridad a las frutas, hortalizas, cereales, pescado y carne. Uno de sus elementos fundamentales es el aceite de oliva, una gran fuente de grasas insaturadas. Esta dieta sugiere cocinar a la plancha hervido o consumir los productos crudos y fresco. (8)
- Dietas de proteínas: Ya sean para reducir el nivel de proteínas (hipoprotéicas), indicadas en caso de sufrir enfermedades renales o para aumentarlo (hiperproteica), a las que se recurre en caso de problemas como anorexia, malnutrición, etc.
- Dietas cetogénicos: Existen varias modalidades de esta dieta que carece principalmente de glúcidos o azúcares, sustituyéndose por proteínas o lípidos. Se suelen emplear en caso de enfermedades como la epilepsia u obesidad. Una de las más conocidas es la dieta Atkins. (9)
- Dieta orgánica: Como su nombre indica, este tipo de dieta se basa principalmente en consumir alimentos orgánicos. Es decir, las personas excluyen de su alimentación productos procesados químicos, aditivos, pesticidas, fertilizantes, hormonas y transgénicos y los sustituyen por otros cuyo proceso de cultivo es totalmente natural. (10)
Al realizar esta dieta se rechaza cualquier componente tóxico y agresivo que contamine la tierra y el producto que genera esta debido a que se considera perjudicial para la salud.(11)
- Dieta vegana: La dieta vegana es similar a la vegetariana, con la diferencia de que es más estricta y restrictiva. De ella no solamente se eliminan los alimentos de origen animal, sino también los derivados de ellos. Es decir, las personas veganas no consumen carne, pero tampoco lácteos, huevos o miel. (12)
Resumen Para llevar a cabo una dieta hay que seguir un principio básico: consumir carbohidratos, proteínas y grasas en cada comida.
Consejos que debes tener en cuenta antes de empezar una dieta:
Ponerse a dieta no es tan fácil como parece. Hay que tener en cuenta el sacrificio que hay que hacer y pensar en mantener la pérdida de peso durante el máximo tiempo posible. A continuación te damos una serie de tips que te ayudaran.
¡Aprovéchalos al máximo!
- Prepara tu mente. No todos somos iguales, por eso es importante que te hagas ciertas preguntas antes de comenzar tu nueva dieta saludable. Por ejemplo, ¿te cuesta mucho cambiar la manera en que te alimentas?, ¿cuántos kilos quieres perder?, ¿qué tan rápido quieres perderlos?, ¿qué tan probable es que cumplas con tus propósitos? Una vez que establezcas estos u otros parámetros similares, tendrás una idea más clara de qué quieres lograr y entonces podrás escoger el método que mejor te resulte. (13)
- Convéncete de que debes hacerla Quizá no tengas muy claro que debes hacer dieta, pero sí te gustaría perder algo de peso o simplemente sentirte a gusto contigo misma.
Recuerda que solo se seguirá una dieta si de verdad estamos convencidos de ello. La voluntad es fundamental para que esta llegue a buen término. Por ello, debes tener en cuenta, y bien claro, el motivo por el que decides emprender esta dieta. Para ello, puedes hacer una lista en la que cites los pros y contras de llevar a cabo esa dieta en particular.
- La báscula no siempre es la mejor referencia. La báscula que posiblemente tengas en el baño o que uses en el gimnasio indica tu peso y por esta razón pueden surgir confusiones. Muchas personas empiezan a usar la báscula como el único medio para determinar si su “dieta” está funcionando. Si han perdido peso y cuántos kilos han sido, y si con la cantidad de kilos o gramos que está bajando será posible cumplir la meta en el tiempo establecido.
Esta actitud, que puede volverse muy obsesiva puede desviarte de tu meta al no mostrarte los resultados reales de tu progreso. Para esto lo mejor es conocer tu índice de masa corporal y así, tendiendo él cuenta la altura y los niveles de masa muscular, vas a tener una perspectiva mucho más acertada sobre su progreso. El problema es que muchas personas, al solo concentrarse en el peso total que muestra la báscula, se desaniman al no ver los resultados que esperaban en Kg.(14)
- Si comes siempre lo mismo te aburrirás. No obstante, comer sano no tiene por qué ser aburrido. Hacer dieta es un buen momento para aprovechar e incorporar nuevas recetas que te permitan experimentar con todo tipo de frutas y verduras, aparte de con otros ingredientes nuevos para ti. ¡Dale rienda suelta a tu imaginación y busca recetas sanas y bajas en calorías!
- Agregarías algún mito sobre las dietas? ¿Cuál y por qué? Existen varios mitos en torno a las dietas para bajar de peso. Para bajar de peso te debes matar de hambre. FALSO. Este es un gran mito, ya que una dieta adecuada para bajar de peso debe favorecer la saciedad a través de la combinación adecuada de nutrientes. (15)
En las dietas para bajar de peso se come solo pollo y lechuga. FALSO: las dietas para bajar de peso deben contener alimentos de todos los grupos y debe aprovechar la disponibilidad de alimentos más entretenidos y saludables que se encuentran disponibles actualmente, además de fomentar técnicas culinarias que contribuyan a preparaciones más atractivas.
Si hago dieta no puedo salirme nunca. FALSO, Si la mayor parte de los días se come de manera saludable, es apropiado darse algún permiso. Esto contribuye a mantener los cambios en el tiempo. (16)
- ¿Cómo empezamos? Evidentemente huyendo de las “dietas milagro”. Este tipo de regímenes permiten adelgazar de forma muy rápida ya que la pérdida de peso se realiza a expensas de agua y músculo y no de grasa corporal, que es lo que verdaderamente nos preocupa y está asociado al riesgo cardiovascular. Al terminar o abandonar las dietas milagrosas (normalmente en un período de 2 semanas) se recuperan los kilos perdidos con gran facilidad y en poco tiempo, ya que los tejidos se rehidratan de nuevo y la ingesta calórica aumenta.
Además del grandísimo efecto rebote que producen este tipo de métodos de adelgazamiento, seguir una dieta milagro puede suponer un serio riesgo para la salud si no se acompaña de un estricto control profesional. (17)
- Conoce los grupos de alimentos. Tu cuerpo digiere los nutrientes de diferentes formas según las funciones corporales: para construir músculo, transportar nutrientes, dar energía a determinados órganos o, incluso, para almacenar grasa que podrás utilizar en el futuro. Por esta razón, es importante que aprendas qué son las proteínas, los carbohidratos y las grasas.
- Las proteínas: Seguro que has escuchado nombrarlas los batidos de proteínas. Bien, esto se debe a que los músculos se rasgan cuando haces ejercicio y utilizan proteínas para reconstruirse con más fuerza.
- Los carbohidratos: En el cuerpo, este tipo de alimentos se convierte en glucosa que proporciona energía para poner en marcha toda clase de funciones corporales.
- Las grasas: Aunque te suene paradójico, son esenciales para estar sanos y activos. Entre muchas funciones, protegen órganos, proporcionan y almacenan energía, y regulan hormonas. Las puedes encontrar en aguacates, almendras, aceite de oliva, nueces y mantequilla de almendras. Por cierto, el aumento de talla está más relacionado con los carbohidratos que con las grasas.(18)
- Selecciona los alimentos y controla las porciones. Lo interesante es que, si le damos al cuerpo aquello que necesita según nuestro grado de actividad y estilo de vida, nos sentiremos satisfechos, con la energía necesaria y animada.
- No te olvides del agua. Beber suficiente agua a lo largo del día es fundamental. Hay que tener en cuenta que ayuda al buen funcionamiento del sistema digestivo. La cantidad de ingesta de agua recomendada es entre 1,5 litros y 2 litros, repartidos entre agua, infusiones o caldos de verduras.
ResumenPor todo esto, el tratamiento más eficaz empieza por acudir a una consulta dietética donde, a través de una dieta personalizada y la educación nutricional que os imparta el/la nutricionista aprenderás a llevar unos hábitos alimenticios y un estilo de vida saludable.