El vino es una bebida alcohólica elaborada por fermentación del jugo, fresco o concentrado de uvas. Su nombre proviene de la variedad ‘Vitis Vinifera’ que es la variedad de uva de la que descienden la mayoría de las utilizadas para la elaboración de vinos, y las primeras en ser utilizadas para ello.
Los trucos para perder peso son muchos y muy diferentes. Pero sobre cuestiones de dietas milagrosas, alimentación saludable y ejercicio se ha escrito mucho y pese a que hay un gran número de dietas que prohíben rotundamente el alcohol, la ciencia rebate hoy esa postura y asegura que beber 2 copas de vino antes de irse a dormir puede ayudar, y mucho, a perder peso. Según estudio reciente.
Además de hacerle bien al corazón y proteger contra enfermedades como la diabetes tipo 2, cánceres y anemia, otro de los beneficios del vino tinto es que ayuda a quemar grasa corporal.
Neil Shay, bioquímico y biólogo molecular de la Universidad de Oregón, señala que ácido elágico reduce el crecimiento de las células grasas existentes e impide la formación de nuevas.
También acelera el metabolismo de los ácidos grasos, por lo que podría emplearse en el tratamiento de problemas de obesidad y trastornos metabólicos relacionados con la enfermedad de hígado graso.
Las uvas, ¿Que conocemos?
La vid es una de las primeras plantas que cultivó el hombre, motivo por el cual ha jugado un papel trascendental en la economía de las antiguas civilizaciones.
Tras la mitificación del vino por parte del cristianismo, el cultivo de la vid experimentó un gran auge que ha perdurado hasta nuestros días. De hecho, la mayor parte de la producción de uva se destina a la elaboración de los distintos tipos de vino (blanco, rosado y tinto) y otras bebidas (mosto, mistelas, móscate), existen innumerables variedades de uvas con grandes diferencias entre sí; en forma, tamaño, tonalidad de los frutos, productividad, calidad, etc. Todas ellas se han clasificado tradicionalmente según su destino final sea para vinificación o para consumo de mesa.
Las variedades europeas se consideran superiores a las norteamericanas para elaborar vinos de mesa, como frutos de postre y de mesa y para elaborar pasas; mientras que las últimas se prefieren para obtener jugos y jaleas.
Las uvas son una baya de forma circular de la cual encontramos diversas variedades. Este fruto, en forma de baya globosa, pequeña, de color variable que va del blanquecino amarillo al negro, se presenta agrupado en racimos.
Una amplia variedad de uvas
Existen aproximadamente unas 3.000 variedades de uvas en el mundo, aunque no todas son igualmente apreciadas. Según su uso final se clasifican en dos grandes grupos: las de mesa, que se consumen frescas o como uvas pasas y, las viníferas, que se emplean para la elaboración del vino.
La uva de mesa presenta una pulpa más compacta y pepitas más grandes, con un color que varía desde el blanquecino amarillo hasta el granate o violeta. No todas las uvas pueden ser consideradas uvas de mesa, para ello deben de reunir una serie de cualidades: ser atractivas a la vista, agradables al gusto, con buena conservación y resistentes al transporte.
Las variedades de mayor calidad para su consumo en fresco son la uva de Almería, la Albillo castellana, jugosa y tierna, la moscatel Málaga, la más dulce y sabrosa de todas, la Aledo levantina, la Villanueva de la Serena y la Chelva, ambas extremeñas, la Vinalopó de Alicante y la andaluza Palomino.
Existen variedades sin semillas o apirenas que, en un principio, se destinaban a la producción de pasas. Sin embargo, actualmente estas variedades despiertan el interés de los consumidores que quieren disfrutar en fresco de una uva libre de semilla, desarrollando los países productores nuevas variedades apirenas cuyo cultivo está destinado hacia la comercialización en fresco.
Las uvas pasas se obtienen tras la desecación del fruto al sol, con lo cual pierden gran parte del agua contenida. Las más apreciadas son las que no tienen semillas, presentan una acidez baja y son ricas en azúcares.
Se suelen utilizar como postre o en la cocina cuando se preparan salsas, rellenos así como dulces y pasteles. Aportan unas 300 calorías por cada 100 gramos. Son más ricas en potasio, fibra y vitaminas del grupo B, pero contienen menos vitamina C.
Las variedades más consumidas son las de moscatel, las de Corinto y las sultanas. Las famosas pasas de Corinto proceden de uvas negras sin pepitas oriundas de la ciudad griega del mismo nombre, mientras que las sultanas proceden de uvas blancas sin semillas, típicas de una ciudad turca.
Resumen: Actualmente estas variedades se encuentran ampliamente distribuidas por muchos otros lugares.
¿El vino tinto que es?
El vino tinto. Tiene su precedente en el mosto de las uvas tintas, cuya elaboración permite la aparición de una materia colorante que tiene el hollejo de la uva. Se usan mucho para acompañar carnes rojas, y son muy «fuertes» (en cuanto a su graduación alcohólica) que los vinos rosados y blancos.
El vino tinto De acuerdo al tiempo de envejecimiento que se realiza en las barricas y en las botellas se puede clasificar como una bebida joven, de crianza, de reserva o grandes reservas.
Disfrutar de una copa de vino es uno de los grandes placeres que nos ofrece la gastronomía. Si bien podemos elegir entre muchos tipos de vino blanco, rosado, tinto, espumoso, fortificado pero el vino tinto representa el 72’9 % del total de vino que se consume.
Resumen: Tomar una copa de vino tinto al día puede hacer mucho por nuestra salud en general. Pero recordemos, siempre con moderación y equilibrio.
Vino ayuda a ¿perder Peso? ¿Lo sabias?
Además de hacerle bien al corazón y proteger contra enfermedades como la diabetes tipo 2, cáncer y anemia, otro de los beneficios del vino tinto es que ayuda a quemar grasa corporal, sugiere un estudio.
Un estudio reciente revela que beber dos copas de vino antes de dormir podría ayudarnos a adelgazar.
Pero este estudio, realizado por la Universidad de Washington y la escuela de Medicina de Harvard, va más allá: asegura que el vino contiene una sustancia química llamada resvaratrol, que podría ayudarnos a transformar las grasas mientras dormimos. Además, ayudaría a nuestro organismo a procesar mejor los alimentos.
Según cuentan los expertos, el resvetratol ayuda a prevenir la obesidad, además del envejecimiento, y es un componente que se encuentra en muchas frutas, entre ellas las frutas del bosque, la manzana o la uva (con la que se hace el vino, claro).
Los científicos de la Universidad del Estado de Washington han demostrado que las bayas, las uvas y otras frutas convierten el exceso de grasa blanca en grasa beige que quema calorías, proporcionando nuevas estrategias para la prevención y el tratamiento de la obesidad. Otro investigador Neil Shay, bioquímico y biólogo molecular de la Universidad de Oregón, señala que ácido elágico reduce el crecimiento de las células grasas existentes e impide la formación de nuevas.
También acelera el metabolismo de los ácidos grasos, por lo que podría emplearse en el tratamiento de problemas de obesidad y trastornos metabólicos relacionados con la enfermedad de hígado graso. La recomendación para las mujeres es tomar solamente un vaso pequeño al día y los hombres dos vasos pequeños.
¿Y de qué forma funciona?
Los polifenoles en la fruta incluido el resveratrol, aumentan la expresión génica que mejora la oxidación de las grasas en la dieta para que el cuerpo no se sobrecargue. Convierten la grasa blanca en grasa beige que quema los lípidos como calor lo que ayuda a mantener el cuerpo en equilibrio y previene la obesidad y la disfunción metabólica.
¿Culés son los tipos de grasas donde interviene el Resveratrol?
Los investigadores siempre habían asumido que solo había dos tipos de grasa, grasa blanca donde los lípidos se almacenan como energía y grasa marrón que quema los lípidos para producir calor.
Hace varios años, los científicos descubrieron la grasa beige, que está entre la grasa blanca y la marrón. La grasa beige se genera a partir de la grasa blanca en un proceso llamado «pardeamiento». El resveratrol puede mejorar esta conversión de la grasa blanca a la grasa beige y cuando tiene altas tasas de pardeamiento, puede prevenir parcialmente la obesidad.
Resumen: La grasa blanca es protectora cuando está sana. Pero demasiado lleva al desequilibrio y la enfermedad.
¿Qué otro beneficio ofrece el resveratrol?
El vino es una bebida milenaria que, además de acompañar cenas románticas o comida de negocios, aporta beneficios a la salud porque previene enfermedades del corazón, reduce el riesgo de padecer cáncer, diabetes tipo 2 y obesidad.
Protege contra las enfermedades coronarias
Ayuda contra accidentes cerebrovasculares isquémicos (obstrucción de una arteria del cerebro) y de la aterosclerosis (endurecimiento de las arterias). Su alto contenido en potasio y su aporte de magnesio, disminuyen el riesgo de sufrir hipertensión arterial y benefician la circulación sanguínea.
Colesterol bueno
Aumenta el nivel de lipoproteínas de alta densidad HDL, en la sangre. Gracias a sus polifenoles y flavonoides tiene un poder antioxidante, es decir, hace inofensivo el colesterol LDL (malo) al impedir su oxidación, su ingesta neutraliza el estrés provocado por radicales libres del oxígeno, evita el envejecimiento prematuro de las células y hasta se ha asociado a mayor longevidad.
El vino tinto tiene propiedades antibacterianas.
Así lo demostró el estudio llevado a cabo por el experto Martin E. Weisse de la West Virginia University (EE.UU.), que muestra que el vino tiene la capacidad de reducir las bacterias de los alimentos, protegiendo así al cuerpo humano.
Potenciador para nuestro cerebro.
El vino tinto es un buen mediador para mejorar nuestros procesos cognitivos. ¿Y cómo puede ser esto? Son muchos los estudios que nos demuestran que beber vino de forma equilibrada, moderada pero constante, hace que podamos prevenir demencias y enfermedades degenerativas de nuestro cerebro.
Resuelve las inflamaciones.
Evita el endurecimiento de las arterias, y además, inhibe la coagulación mejorando así el riego sanguíneo. ¡Es fabuloso!
Reduce el riesgo de cáncer.
Es un gran antioxidante, un recurso natural capaz de bloquear el crecimiento de las células responsables del cáncer de mama o pulmón. Una de sus mejores propiedades es precisamente la acción que ejerce el revastratol a la hora de impedir que el estrógeno derive en problemas cancerígenos en las mujeres.
Mejora el control de la diabetes
Al reducir la elevación de la glucosa en sangre debido a la inhibición de una enzima llamada alfa- glucosidasa, que sólo puede lograr en un 100% el vino tinto. Sólo ofrece 110 Kcal por copa y resulta placentero su consumo para acompañar una comida familiar o con amigos.
Aporta minerales y oligoelementos al cuerpo como:
- Magnesio, zinc, litio, calcio hierro y potasio.
- Ayuda a la digestión de proteínas, por lo que se recomienda acompañarlo con carnes y quesos.
- Controla las infecciones urinarias.
- Baja el riesgo de la formación de cálculos renales.
- Contiene vitaminas que combaten el envejecimiento y ayudan a tener una piel más bella.
El Vino; Mejor tomarlo durante o después de comer
En cuanto al mejor momento para tomar una copa de vino, un estudio del instituto británico Francis Crick publicado en ‘Nature Comunications’ estableció hace unos meses que lo mejor es hacerlo durante o después de la comida para evitar el coloquialmente conocido como ‘efecto aperitivo’. Esto significa que según las investigaciones de este grupo de científicos, al consumir vino nuestro cuerpo lanza unas señales al cerebro que le incitan a comer más cantidad, llegando incluso a poder ingerir hasta una quinta parte más de lo que se haría si no se bebiese vino.
Resumen: Así, lo más recomendable es beber vino durante o después de las comidas, evitando así caer en la sensación de ansiedad que provoca el ‘efecto aperitivo’ y procurando llevar a cabo la ingesta de esta bebida en momentos en los que el cuerpo se encuentre saciado.