¡Controla la hipertensión arterial con la dieta DASH!


La hipertensión arterial es la más común de las condiciones que afecta la salud de los individuos y las poblaciones en todo mundo. Representa una enfermedad crónica, silenciosa e invisible, que rara vez provoca síntomas, así como también, un factor de riesgo importante para otras enfermedades.
Por lo general es fácil de diagnosticar y tratar, sin embargo si no se atiende de manera adecuada puede traer complicaciones graves e incluso mortales; por eso es necesario comprender la importancia del tratamiento a seguir, algo fundamental y que muchos olvidan es el tipo de dieta adecuado para esta enfermedad.

Temas cubiertos en esta guía

¿En qué consiste la hipertensión arterial?
¿Cómo se hace el diagnostico de hipertensión arterial?
¿Cuáles son los factores de riesgo que predisponen a padecer hipertensión arterial?
¿Cuáles son las causas de la hipertensión arterial?
¿Cómo se clasifica la hipertensión arterial?
¿Cuál es el tratamiento a seguir en la hipertensión arterial?
¿Por qué hacer la dieta DASH en la hipertensión arterial?
¿Cómo es la dieta DASH?
¿Cuáles son los principios generales de la dieta DASH?
¿Cuáles son los alimentos limitados y posibles alternativas en la dieta DASH?
Algunas soluciones prácticas a seguir según dieta DASH

¿En qué consiste la hipertensión arterial?

Consiste en un aumento persistente de la presión arterial, que es la fuerza ejercida por unidad de superficie sobre las paredes de las arterias3. En la hipertensión la presión en los vasos sanguíneos es continuamente alta y cuanto más alta es la tensión arterial, más tiene que trabajar el corazón para bombear la sangre. Si no se controla, esto puede provocar infarto de miocardio, hipertrofia ventricular y, finalmente, insuficiencia cardíaca. Por su parte, en los vasos sanguíneos, la presión alta puede provocar dilataciones (aneurismas) y zonas de debilidad en la pared vascular, lo que aumenta las probabilidades de obstrucción y rotura. La presión en los vasos sanguíneos también puede causar fugas de sangre hacia el cerebro y esto puede causar accidentes cerebrovasculares. Además, la hipertensión puede causar insuficiencia renal, ceguera, rotura de los vasos sanguíneos y deterioro cognitivo.

¿Cómo se hace el diagnostico de hipertensión arterial?

La única manera de detectar la hipertensión arterial es mediante su medición. Muchas personas tienen la presión arterial elevada durante años sin saberlo. Existen dos medidas a realizar: la presión arterial sistólica (PAS), que es la presión durante la fase de contracción del ciclo cardíaco; y la presión arterial diastólica (PAD), que corresponde a la presión durante la fase de relajación del ciclo cardíaco. Para definirse como hipertensión arterial, la presión arterial sistólica tiene que ser superior a 120 mmHg; o bien la presión arterial diastólica tiene que ser superior a 80 mmHg; esto se denota como superior a 120/80 mmHg3.

¿Hay factores de riesgo asociados a la hipertensión arterial?

Sí, de hecho La Organización Panamericana de la Salud (OPS), demuestra la existencia de factores que predisponen a la aparición de la hipertensión arterial, algunos no modificables como: la edad, donde el aumento de ésta trae aparejado un incremento de la tensión arterial; es así como personas mayores de 55 años que durante su vida han manejado valores de tensión arterial normales aumentan su probabilidades de riesgo de desarrollar hipertensión arterial hasta en un 90%. Por su parte, para el género aparece mayor porcentaje de riesgo para el hombre hasta los 45 años y para la mujer después de los 60 años.
Así mismo, aunque la presión arterial alta puede afectar a cualquier persona, se presenta con más frecuencia en adultos afroamericanos (personas de raza negra) que en adultos caucásicos (personas de raza blanca) o en adultos hispanos. Tanto así, que existen evidencias que la hipertensión arterial tiene una tasa más alta y un pronóstico menos afortunado para la repercusión sobre órganos diana en hipertensos afroamericanos.
Por otro lado, los factores de riesgo modificables que se incluyen en un estilo de vida inadecuado son: alimentarios, ambientales, psicosociales, el estrés, la obesidad, hábitos tóxicos como tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, café y de sal. Estos fortalecen las bases de la hipertensión arterial día tras día en la mayoría de las personas adultas.

¿Cuáles son las causas de la hipertensión arterial?

El 90-95 % de las personas con elevación de la presión arterial tiene hipertensión esencial (hipertensión de causa desconocida) o hipertensión primaria. Su causa implica una compleja interacción entre estilo de vida inadecuado y expresión génica. La inflamación vascular también se ha visto implicada. En la hipertensión intervienen muchos genes, la mayoría relacionados con el control renal o neuroendocrino de la presión arterial. Por su parte, la hipertensión que surge como consecuencia de otra enfermedad, generalmente endocrina, se llama hipertensión secundaria. La hipertensión secundaria sí puede curarse, dependiendo de la gravedad de la enfermedad subyacente.

¿Cómo se clasifica la hipertensión arterial?

En el séptimo informe del Joint National Committee on Prevention, Detection, Evaluation, and Treatment of High Blood Presure, la hipertensión arterial se clasifica en estadios, según el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares (ECV). En este sentido, se tiene:

  • Prehipertensión: PAs entre 120 y 139 mmHg o una PAd entre 80 y 89 mmHg.
  • Hipertensión estadío I: PAs de 140-159 mmHg o una PAd de 90-99 mmHg.
  • Hipertensión estadío II: PAs de 160-179 mmHg o una PAd de 100-109 mmHg.
  • Hipertensión estadío III: PAs de 180 mmHg o más o una PAd de 110 mmHg o más. El estado 3 también se conoce como de hipertensión severa o acelerada.

¿Cuál es el tratamiento a seguir en la hipertensión arterial?

El tratamiento de la hipertensión arterial se basa en medidas farmacológicas y no farmacológicas y entre éstas últimas, el cambio en el estilo de vida, el cual incluye reducción del exceso de peso corporal, restricción dietética de sal y consumo de alcohol, abandono del tabaquismo y ejercicio de forma regular. Así mismo, los beneficios de la reducción de sodio dietético en la hipertensión arterial han sido avalados por numerosos estudios experimentales, epidemiológicos y clínicos, demostrando una reducción de 2 a 8 mmHg en la presión arterial. Por este motivo, se recomienda la restricción dietética de sodio (<65 mmol/día) como tratamiento no farmacológico de la HTA grado I y como complemento del tratamiento farmacológico para la HTA grados II y III, o cuando existen factores de riesgo asociado o daño de órganos.

¿Por qué hacer la dieta DASH en la hipertensión arterial?

Según consenso se recomienda a pacientes hipertensos la dieta DASH, (Enfoques Dietéticos Para Reducir la Hipertensión; en Inglés – Dietary Approaches to Stop Hypertension). Este plan es el resultado de investigaciones científicas realizadas en distintos centros médicos de Estados Unidos en 1997 que demostraron que una alimentación adecuada normaliza significativamente la presión arterial, de manera comparable a como ocurre con el uso de medicamentos, y que este resultado es observable en un período relativamente corto de dos semanas.

¿Cómo es la dieta DASH?

Es rica en frutas, verduras, cereales integrales, lácteos descremados, pollo, pescado y nueces que proporcionan minerales como potasio, magnesio y calcio, a la vez que es baja en carnes rojas, productos dulces, bebidas azucaradas y sal común, que es fuente de sodio.
El régimen estándar de la dieta DASH contempla una combinación de productos que aportan aproximadamente 2.000 kcal/día, las mismas que cubren el requerimiento de energía de un paciente; sin embargo, este plan alimenticio no es completamente rígido y tiene la posibilidad de ser ajustado en caso de que el paciente con hipertensión tenga que bajar de peso.

¿Cuáles son los principios generales de la dieta DASH?

Baja cantidad de colesterol, grasa saturada y grasa total.
Alta cantidad de frutas, vegetales y productos lácteos de bajo contenido de grasa.
Productos de cereales completos.
Carnes de corte delgado, pescados y nueces.
Reducir la carne roja, dulces y bebidas azucaradas.
Alimentos ricos en magnesio, potasio y calcio, proteínas y fibra.

¿Cuáles son los alimentos limitados y posibles alternativas en la dieta DASH?

Evitar el consumo de embutidos, esto incluye, jamón, mortadela, salchichas:
Evitar los quesos curados. En cambio se pueden tomar yogures, requesón, cuajada y leche.

No son muy recomendables tampoco las conservas o productos preparados en lata (aceitunas, anchoas, sardinas, atún) y los ahumados; en su lugar tomarlos frescos.

El marisco y algunos crustáceos tienen un elevado contenido en sal y en general también es conveniente evitarlos en nuestra dieta. En cambio el pescado blanco tiene menos sal que el azul y se puede tomar.

Utilizar legumbres o verduras frescas, aunque se pueden emplear en conserva lavándolas con agua para eliminar la mayor cantidad de sal posible.

Es recomendable evitar los productos de pastelería comercial, como bombones, confituras, chocolates en polvo o instantáneos, helados y sustituirlos por pastelería casera preparada sin sal.
No usar salsas y aderezos industriales como kétchup, mostaza, mayonesa, salsa de soja o salsa de tomate en conserva, en su lugar utilizar las salsas caseras. Las frutas y las verduras están permitidas en cantidad libre.

Algunas soluciones prácticas para seguir la dieta DASH

Realzar el sabor de las comidas con hierbas y especias en lugar de sal. Las mejores alternativas son albahaca, laurel, clavo de olor, comino, tomillo, orégano, pimienta, pimentón, ají molido, canela, estragón, jengibre, ajo, perejil, cebollín, limón, vinagre, ajonjolí, semillas de anís, mostaza en polvo, curry, nuez moscada, paprika, cúrcuma, azafrán, romero y salvia. Los condimentos más aconsejados para la ternera son clavo, laurel, pimienta y ajo; para las aves curry, salvia y estragón; para estofados laurel, ajo, albahaca, orégano y tomillo; para las verduras nuez moscada, eneldo y romero.
Reduzca o evite el uso de sal durante la preparación de las comidas y en la mesa; cada día disminuir un poco la cantidad de sal que usa. Con el tiempo su paladar se acostumbrará a comer con menos sal.
Escoger frutas y vegetales para comer como meriendas en vez de galletas saladas.
Quitar el salero de la mesa, ya que tenerlo a la vista incita a echar sal a las comidas.
Leer las etiquetas de los alimentos; comprar aquellos que estén marcados con: «reducido en sodio,» «bajo en sodio», «sin sodio», «sin sal», «sin sal agregada».
Cuando la forma de cocinar lo permita, aliñar los platos con aceite de oliva u otro aceite vegetal una vez cocinados y así se evita el exceso de grasa.
Evitar guisos, frituras, empanados, rebozados y estofados. En su lugar usar el microondas, la plancha o parrilla, y el asado al horno o en papillote. La cocción al vapor es mejor que el hervido, pues conserva mejor el sabor del alimento.
Ignorar la hipertensión es peligroso porque esto aumenta la probabilidad de complicaciones potencialmente mortales. Cuanto más alta es la tensión arterial, mayor es la probabilidad de sufrir consecuencias para el corazón y los vasos sanguíneos de órganos importantes, como el cerebro o los riñones. Es muy importante seguir el tratamiento adecuado, tanto farmacológico como no farmacológico, muchas veces se piensa que por tomar antihipertensivos es suficiente, sin embargo, la dieta DASH es una forma comprobada de mejorar los valores de la tensión arterial, además para que sea más efectiva, se recomienda acompañar la dieta de dormir las horas suficientes, realizar regularmente actividad física y reducir tóxicos como el tabaco y el alcohol.

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