Dieta alcalina: la alimentación del equilibrio


En el inicio de la vida se debe tratar de mantener un balance entre los alimentos que puedan modificar la acidez de la sangre. Una gran ventaja de la ingesta de alimentos alcalinos es que evita la aparición de ciertas enfermedades, favorecer la pérdida de peso, una mejor composición corporal, además de otros beneficios. Si quieres conocer más sobre este tema, sigue leyendo…
Temas cubiertos en esta guía
¿Qué es la dieta alcalina?
¿Quién invento la dieta alcalina?
¿Cómo actúa la dieta alcalina en el organismo?
¿Cómo hacer una dieta alcalina de modo sencillo?
¿Qué comer en una dieta alcalina?
¿Cuáles son los beneficios científicamente comprobados de una dieta alcalina?

¿Qué es la dieta alcalina?

Es una alimentación basada en frutas, verduras y otros alimentos saludables; siempre buscando un equilibrio nutricional. Para ello, la dieta alcalina limita el consumo de alimentos proteicos como carnes y pescados y alimentos procesados. En su lugar, apuesta por alimentos alcalinos.
La recomendación general de este tipo de dieta es comer un 80 % de alimentos alcalinos y un 20 % de alimentos ácidos con el objetivo de equilibrar el pH del cuerpo. Siempre combinados con hábitos saludables como ejercicio, sueño regular y buenas relaciones.

¿Quién invento la dieta alcalina?

Todo comenzó en 1904 cuando el Dr. William Howard comenzó a desarrollar la dieta de combinación de alimentos para tratarse a sí mismo por condiciones médicas, incluyendo un corazón dilatado. Perdió 22,7 kg en aproximadamente 3 meses y se recuperó de sus graves condiciones gracias a su innovadora dieta. Su propuesta consistía en clasificar los alimentos y priorizar el consumo de unos sobre otros, entre ellos priorizando la ingestión de los llamados “básicos”.
Howard escribió varios libros defendiendo su teoría; de hecho, logro fundar un centro de medicina alternativa; posteriormente surgieron más defensores de estas dietas, aunque con el paso del tiempo y el estudio del funcionamiento del cuerpo humano, se fue refutando esta teoría y fue quedando en el olvido.
Sin embargo, en los últimos años el Robert O Young, autor y empresario norteamericano, escribió una serie de libros de gran éxito (“El milagro del pH”, 2002) que se convirtieron rápidamente en best-sellers y dieron a conocer nuevamente este tipo de dietas. Young también fundó su centro de medicina alternativa, el “Centro del Milagro del pH”, en California, donde aconsejaba a sus pacientes sobre dieta alcalina y salud; no obstante, ha estado envuelto en escándalos donde su reputación no ha quedado muy bien vista.

Resumen la dieta alcalina fue inventada por el Dr. William Howard, aunque fue el Robert O Young, autor y empresario norteamericano, quien la popularizo. Esta dieta consiste en comer un 80 % de alimentos alcalinos y un 20 % de alimentos ácidos con el objetivo de equilibrar el pH del cuerpo.

¿Cómo funciona la dieta alcalina en el organismo?

Para comprender como funciona la dieta alcalina, es necesario conocer la definición de pH, el cual corresponde a una unidad de medida de alcalinidad o acidez de una solución; específicamente, el pH mide la cantidad de iones de hidrógeno que contiene una solución determinada, el significado de sus sigla son, potencial de hidrogeniones, y trabaja con una escala de medición de 0 a 14. Se considera ácido a una sustancia que suelta hidrogeno en una solución química y, alcalino a una sustancia que remueve el hidrogeno de una solución química.
Ahora bien, las células del cuerpo requieren una nutrición adecuada para el funcionamiento normal, sin embargo los sistemas pueden afectarse por la existencia de hidrogeno. Muchas enzimas y reacciones químicas del cuerpo funcionan mejor en un pH determinado, y si llega a haber algún pequeño cambio puede tener un efecto profundo en las funciones del mismo, por ello al consumir comidas altas en grasas y azúcar trae como consecuencia la acidificación del mismo causando la destrucción de los huesos porque el organismo necesita robar minerales alcalinos de los huesos para disminuir el pH acido de la sangre y alcanzar el equilibrio
Toda solución es acida o alcalina, tanto en el cuerpo humano como fuera de él y cada parte del cuerpo como la sangre, los fluidos estomacales, la saliva entre otros, tienen un pH determinado. Los alimentos calificados con 7 se consideran neutros, inferior a 7 los ácidos y superior a 7 los alcalinos y su ingestión se relaciona con los valores de pH del organismo.
Así mismo, es necesario aclarar que el sabor no es un buen indicador para conocer si un alimentos es ácido o alcalino, pues muchas veces un alimento de sabor acido tiene un efecto alcalino, por ejemplo las frutas cítricas como el limón tienen un pH alcalino porque los minerales que deja en el cuerpo después de la digestión ayudan a eliminar iones de hidrogeno y disminuir la acidez del cuerpo.

Resumen las células del cuerpo requieren una nutrición adecuada para el funcionamiento normal, sin embargo los sistemas pueden afectarse por la existencia de hidrogeno. Se considera ácido a una sustancia que suelta hidrogeno en una solución química y, alcalino a una sustancia que remueve el hidrogeno de una solución química. Los alimentos calificados con 7 se consideran neutros, inferior a 7 los ácidos y superior a 7 los alcalinos.Su ingestión se relaciona con los valores de pH del organismo.

¿Cómo comenzar una dieta alcalina de modo sencillo?

Casi todo lo que comemos, después de ser digerido, absorbido y metabolizado, libera ya sea un ácido o una base alcalina en la sangre. La dieta del ácido alcalino está basada en la idea de que comer comidas que contengan altos niveles alcalinos puede prevenir enfermedades, así como fomentar la pérdida de peso. El plan generalmente combina un 70% de comidas altamente alcalinas con un 20% de comidas ácidas.
Lo primero es hacer el comer, un acto consciente. El estrés, las obligaciones y las tensiones, han provocado la transformación de la nutrición en algo mecánico o apenas placentero. Los problemas de salud son consecuencias de años de errores y deben servir como incentivo para que comencemos a modificar nuestros hábitos, prestando atención a qué y cómo comemos. Tampoco es cuestión de caer en extremismos y contabilizar y estudiar cada cosa llevada a la boca. Pero sí, a mejorar la calidad de la nutrición y en definitiva la calidad de vida.
El éxito del cambio de actitud se basa en el gradualismo, tener noción sobre que alimentos son acidificantes y cuales alcalinizantes y comenzar a modificar la ecuación de nuestra ingesta diaria, la proporción dentro de un plato inicialmente debe ser un 2 a 1 (dos partes de alcalinizantes por cada parte de acidificantes) para luego pasar al 3 a 1 y finalmente llegar a un óptimo 4 a 1. No tener miedo a exagerar con los alimentos alcalinizantes, porque como se vio el problema está dado por el exceso de ácidos. De haber exceso de bases, cosa muy poco probable en organismos recargados de desechos, hay siempre en la sangre grandes cantidades de anhídrido carbónico para neutralizarlos.
También es importante que cada persona adecue la alimentación a su realidad orgánica, social y laboral. Las personas nerviosas, delgadas, friolentas, alérgicas, con dolores articulares, neuralgias, con tendencias a caries, cálculos u osteoporosis; obviamente tendrán mayores necesidades de alcalinización.

Resumen el éxito del cambio de actitud se basa en el gradualismo, tener noción sobre que alimentos son acidificantes y cuales alcalinizantes y comenzar a modificar la ecuación de nuestra ingesta diaria, la proporción dentro de un plato inicialmente debe ser un 2 a 1 (dos partes de alcalinizantes por cada parte de acidificantes) para luego pasar al 3 a 1 y finalmente llegar a un óptimo 4 a 1.

¿Qué comer en una dieta alcalina?

Basta con hacer base de nuestra ingesta a el consumo de frutas (de estación y bien maduras) y verduras (crudas, cocinadas al vapor o consumidas con su agua de cocción). Hacer mucho uso de repollo blanco (crudo), zanahoria, apio, papa, batata, nabos, hojas de ensalada, berenjenas, pepino y tomate. Entre las frutas: limón, caqui, cereza, manzana, melón, sandía, naranja, mandarina, pomelo, damasco, ananá, banana, durazno, pera y uva.
Usar los cereales menos acidificantes (arroz, trigo sarraceno, maíz) o alcalinizantes (mijo o cebada). Entre las frutas secas preferir almendras, dátiles, pasas de uva y castañas. Dentro del grupo de legumbres, los porotos blancos resultan los más alcalinizantes, y como endulzante preferir la miel de abejas.
Todo esto no quiere decir que se dejar totalmente de lado los alimentos “acusados” como acidificantes; simplemente ingerirlos balanceados por los alcalinizantes. Es el caso de las legumbres (lentejas, arvejas, garbanzos, soja, arveja), los cereales clásicos (trigo, avena, centeno), las semillas oleosas (nueces, maní, pistachos, girasol, aceitunas) y los lácteos (en realidad la leche fresca está dentro del “bando alcalino”).
Y por último, también se ha demostrado que el exceso de alimento es causa de acidificación corpórea, es decir, que hay una razón más para que la alimentación sea moderada y al simple efecto de saciar necesidades básicas, algo difícil de lograr cuando el alimento se convierte en una descarga emocional o peor aún, en una adicción.

Resumen para llevar una dieta alcalina es suficiente con hacer base de nuestra ingesta a el consumo de frutas y verduras. Así mismo, no es necesario dejar totalmente de lado los alimentos “acusados” como acidificantes; simplemente ingerirlos balanceados por los alcalinizantes.

¿Cuáles son los beneficios científicamente comprobados de una dieta alcalina?

La vida humana requiere un nivel de pH estrictamente controlado en la sangre, aproximadamente de 7,4 (con rango alcalino de 7.35 a 7.45), de ahí que se investiguen la evidencia científica de los beneficios a la salud de una dieta alcalina:
A medida que envejecemos, hay una pérdida de masa muscular, que puede predisponer a caídas y fracturas. Sin embargo, un estudio de tres años evaluando una dieta rica en potasio, frutas y verduras, además de una carga de ácido reducida, resultó en la preservación de la masa muscular en hombres y mujeres mayores.
Condiciones tales como insuficiencia renal crónica que resulta en acidosis metabólica crónica da como resultado un colapso acelerado en el músculo esquelético. La corrección de la acidosis puede preservar la masa muscular en para esta y otras condiciones donde el desgaste muscular es común, como la cetosis diabética, trauma, sepsis, enfermedad y pulmonar obstructiva crónica.
La dieta alcalina favorece al incremento de los niveles de la hormona del crecimiento y esta a su vez puede mejorar la calidad de vida, reducir los factores de riesgo cardiovascular, mejorar la composición corporal, e incluso mejorar la memoria y la cognición.
Existe alguna evidencia de que el dolor lumbar crónico mejora con la ingestión de minerales alcalinos. Una cantidad suficiente de magnesio intracelular permite la adecuada función de los sistemas enzimáticos y también permite la activación de vitamina D. Esto a su vez ha demostrado mejorar el dolor.
Así mismo, es conveniente mencionar un estudio realizado por Bolet, Socarrás y Massip en el año 2015, con el objetivo de evaluar el impacto de la alimentación alcalina sobre el estado nutricional y las enfermedades crónicas presentes en personas con sobrepeso y obesidad que asistieron durante un año a la consulta externa de Nutrición del Hospital Calixto García y cuales se les indicó dieta hipocalórica con alimentos alcalinos, se realizó educación nutricional a los casos y se orientó la realización de ejercicios físicos. Como resultado se obtuvo que los pacientes perdieran peso con el tratamiento nutricional indicado, y lograron compensar las enfermedades crónicas.

Resumen: el aumento de frutas y verduras en una dieta alcalina mejoraría la relación sodio-potasio y podría beneficiar la salud ósea, reducir el desgaste muscular, así como mitigar otras enfermedades como la hipertensión arterial o el dolor lumbar crónico. Además, la dieta alcalina favorece la pérdida de peso si se acompaña de una reducción de caloría en la ingesta diaria.